19 de marzo de 2024
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4 libros que influenciaron mi infancia, el nuevo trending de Facebook

En el curso de la cuarentena ha salido un trending en Facebook sobre qué libros formaron nuestra percepción intelectual del mundo, y la mayoría estamos de acuerdo en que son estas 4 revistas las que aún surgen de nuestra memoria como la influencia más popular que tuvimos como sociedad y de las que conocemos muy bien su contenido pero no su origen, ni que ha pasado con ellas, así que conozcamos sus historias…

Nacho


No sé que pasó en mi infancia, pero en mi casa nunca nos ponían a estudiar con Nacho, ni para aprender a escribir, ni leer, sólo otros libros de caligrafía, así que no tengo recuerdos de Nacho como otra gente que lo recuerda con ahínco. La editorial Susaeta S.A. de Colombia la cual se dedica a la publicación de textos escolares es quien desde hace 60 años publica a Nacho o Ignacio y aún existe.
Al parecer hay una versión de Nacho para cada país, por eso de los regionalismos. Hoy Nacho no sólo se ha quedado para enseñar a leer o escribir, ahora está para matemáticas, dibujo, inglés, etc…un consejo a Susaeta, empiecen a crear aplicaciones para celulares, sino les pasa la de Condorito.

Así que de aquí viene el clásico estribillo de  «Mi mamá me mima…»

Condorito


Cuando pelaito nunca entendí porque la firma de Pepo se parecía a la de Peyo de los pitufos, pero son dos cosas aparte, lo importante aquí es Condorito. En 1949 en Chile un dibujante de nombre René Ríos Boettiger publicó dentro de una revista llamada Okey, al bendito pájaro el cual ahí hacía de robagallinas, o sea…maleante, pero uno redimido, ya que devolvía lo robado, y que preso sólo miraba como el guardia se comía la gallina. Era congo y ladrón.
Condorito se quitó ese karma al salir solito en su propio pasquín el 21 de diciembre de 1955. Pero el cómic que conocemos los panameños se empezó a publicar en Chile por trimestres desde 1970 a 1979. Desde 1980 se empezó a tirar internacionalmente cada dos meses.

La cómica de Disney «Saludos Amigos» de 1942, responsable de la creación de Condorito

Aunque todos sospechamos que lo dibujaban varias personas, de hecho así fue desde el principio, ya que Pepo había adiestrado a varios ilustradores para que dibujasen en el mismo estilo, tal como lo hacía Disney para su animación y Disney fue la verdadera influencia para Condorito.
Resulta que Pepo miraba un capítulo animado de Disney y veía como los personajes de Disney viajaban para suramérica y a él no le gustó la forma en que Disney representó a Chile con un personaje, por lo que se dio a crear a Condorito basado en el Cóndor del escudo nacional.
Aunque el año pasado corrió la noticia de la quiebra de la Editorial Televisa que publicaba Condorito, surgió nuestra nostalgia de 69 años del pajarraco y mucha gente lo lamentó…pero Condorito llegó a otra editorial llamada Origo que lo publicaría en diciembre de 2019, pero a todo color, y como vemos no hemos visto al nuevo Condorito , ya que el coronavirus evitó que cumpliera los 70 años. Entonces ¿Condorito se fue o no se fue? ¡Exijo una explicación!

Así se iban a ver en 2020, la idea de este nuevo Condorito es de la editorial de Alberto Mott, de quien hicimos un artículo hace un mes. Me dañaron a Yayita, ¿Qué pasó ahí?

El Almanaque Bristol


Bueno, viendo también los colores del Almanaque Bristol, ya sabemos con qué tinta imprimían Condorito. El Almanaque Bristol fue el primer material gratis que podíamos llevarnos de una farmacia. ¿Para qué? Para solamente leerle su tragicomedia de no me acuerdo cuántos actos, que contaban un chiste dibujado a lo largo de las páginas del almanaque, pero que para los señores dedicados a la agricultura tenían todas las tablas de la luna y las mareas y que aún se publican.
Para seguirles el cuento aquí les muestro la historia aburrida del almanaque que saqué sin ninguna moral de Wikipedia:
El almanaque fue publicado inicialmente por el químico y farmaceuta Cyrenius Chapin Bristol, cuya efigie aún ilustra la portada, para promocionar su jarabe tónico de zarzaparilla y divulgar consejos. Posteriormente, en 1856, fue adquirido por Lanman & Kemp-Barclay la cual a finales del mes emite ediciones para la península ibérica y para los países latinoamericanos en donde pronto se convirtió en objeto de consulta popular para orientar decisiones tales como el momento propicio para la Siembra o el momento de salir a pescar, hasta la fecha más adecuada para cortarse el cabello. «¿Es en serio eso último que leí?»

Memín


A medida que ponemos cada elección nos damos cuenta que el papel no es de interés entre las nuevas generaciones, (a menos que sea un manga) pero que en el pasado si tenía valor y Memín ocupaba en su tinta toda la trágica pobreza latinoamericana balanceada con el amor de una madre. Él fue aquel simpático negrito en el que todos nos identificábamos con nuestro negro corazoncito, así como con aquel otro, el Cirilo de las novelas de Carrusel de Niños, que quien sabe si no se basó en este o sí también Chespirito se inspiró en Memín para crear el Chavo.
Todos los que conocimos a Memín sabemos como le aceptamos, con entretenimiento, compañerismo y veíamos en él el reflejo de una humanidad  muy, pero muy inocente, y aunque nos entreteníamos en sus desgracias, el racismo no nos pasaba por la mente, ya que él era un personaje con aventuras de su edad. Pero el tiempo pasa y la pobreza se va y la gente vive mejor y hoy Memín no es sinónimo de carencia, hoy podemos comprarnos un par de zapatos con más facilidad y hasta un celular. Pero actualmente el personaje sufre de ataques porque lo políticamente correcto lo considera racista.

Inki and the Minah Bird (1943) posible diseño de Memín, que adecuó su segundo dibujante.

Aunque seamos sinceros, Memín es un personaje como salido de la animación del cuervo de Warner Brothers, mientras que sus amigos tenían una apariencia más real como de novelita de bolsillo, he ahí el dilema. Y sobre el racismo que ven en la cómica la nueva generación progre, opino en  favor de Memín sobre algo que la corrección política desconoce e ignora y es la profundidad de lo humano de otras épocas y el cómo las circunstancias (dificultades y cultura) marcaban la identidad social de la gente de esos tiempos.  Algo que nunca experimentó la nueva generación que mira todo fuera de la experiencia, sino desde la rama negativa de la sociedad, lo cual es una lástima intelectual y por lo cual se pierden de ese conocimiento por intentar impulsar un avance social «perfecto» y carente de esencia. Es cuestión de códigos y como se transfieren a lo netamente humano.
Paro aquí, sino me escribo todo un análisis social de Memín, continuamos…
Su creadora, Yolanda Vargas Dulché, para darle origen a Memín se inspiró en unos niños cubanos que vió al visitar la isla. Y su nombre lo tomó de su esposo, al cual decían Memín, de Guillermo, o Guillermín, y lo de pingüín proviene de la actitud de pillo con que también lo apodaban. Lo demás es historia pura de drama infantil entre clases, que ella adquirió de su experiencia de amigos mientras crecía, aunque ella misma decía que quién le dirigía era Memín, que ella no inventaba nada. Ella lloraba y reía con lo que escribía. ¡Ups! Suena a brujería eso.

Así era Memín, cuando apareció por primera vez en la revista Pepín en 1943, daba miedo.

Memín se publicó primero en 1943 (para que vean lo viejo que era el pasquín, más allá de los 80´s) en una revista llamada Pepín cuyo color era el sepia, pero en su estreno se llamó Almas de niño. Memín se independizó cuando Yolanda y su marido junto al dibujante Alberto Cabrera (dibujante original que dibujó hasta 1962) crearon una editora nueva llamada EDAR, desde donde se editó como un pasquín independiente desde 1955. Su dibujante principal luego fue Sixto Valencia Burgos, que lo ha dibujado desde 1965 hasta 2015, año en que se relanzó en México (ya entienden lo de las protestas racistas).
Pero el Memín que conocimos salió para nosotros en 1983, repetida desde cero por la editorial colombiana CINCO, o sea que en ese año en Panamá estábamos viendo como una cómica nueva al Memín de 1962, y la razón por la que no vimos su final fue porque sólo se publicaron hasta el número 343 cuando la historia total completó 372 capítulos.
Y una mención honorífica para…

Los libritos evangélicos de bolsillo


De hecho estas historias sí tenían carácter de tragicomedia, no como le llamaban a los chistes del Almanaque Bristol. Todo niño que en su dulce infancia se expuso a estos libritos, conoció de primera mano el poder del mal. De esa experiencia los traumas que aún recordamos leyéndolos despiertan en nuestro recuerdo pesadillas en la abominable oscuridad. Su misión era condenarte por ser pagano, alcohólico, maltratador y egoísta. Eran realmente más emotivos que un cómic de superhéroes. La moraleja era «No te metas con el diablo, él paga mal». En realidad impactó muchas vidas infantiles.
¿Qué ha sido de ellos?

¡Siguen existiendo! y los venden por volúmenes en un sitio web cristiano. Son material para que los evangélicos tengan apoyo en la peregrinación, pero afortunadamente existe el pack con todas las historias, así que si quieres recrear esos recuerdos demoniacos de la infancia esta es tu segunda oportunidad.

En resumen


Hay cantidades de otras influencias de los 80’s y los 90’s, pero no podemos decir nada de este milenio, porque el papel prácticamente ha desaparecido en este siglo. Se han ido cantidades de publicaciones, y eso es fácilmente palpable al mirar un escaparate de revistas, los libros son los que aún sobreviven, porque profundizan más sobre lo contemporáneo.
Mientras tanto podemos recordar muchas más publicaciones, pero que no han trascendido transversalmente a la sociedad, o sea que no llegaron a la mayoría de la población; Mafalda, Aniceto, Hermelinda, Vanidades, Playboy, Mecánica Popular, Muy Interesante, Año Cero, National Geographic, Mundo Desconocido y los comics gringos no cuentan, más sí otros como Kaliman, Aquila solitaria, el chapulín y el chavo en pasquín, los libritos de chistes de bolsillo, Blue Demon y como no recordar las fotonovelas Jazmín u otras más subidas de tono casi pornográfico. Demasiada lectura social y de entretenimiento que formó el humor, la razón y el sentido común de todas nuestras pasadas generaciones.

Y para terminar estas fueron mis influencias lectivas infantiles, que formaron mi drama, interés y humor. Así que quien tenga estos libros que me los venda, tenía que tocarme mi turno pues. ¡Chao people lecturista de HeragTV!

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