18 de abril de 2024
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El arte de John Berkey: Ciencia-ficción con nostalgia futurista

Cuando niño me leía una revista llamada OMNI, trataba de temas de ciencia ficción, ciencias contundentes y arte relacionado. Recuerdo entre sus páginas como me impactó el arte sci-fi de John Berkey. Sus ilustraciones de naves, creadas con brochas gruesas y visibles eran como láminas metálicas que se remachaban contra el fuselaje de tan colosales naves, que me eran menos amistosas que las naves exploradoras de Star Trek. Las de Berkley eran como aparatajes de la NASA -y no por coincidencia- que poblaban el espacio cruzando la inmensidad con intenciones sólo imaginadas por mi curiosidad sin límites.

John Berkey nació el 13 de agosto de 1932. Cuando era adolescente sus amigos de la escuela secundaria pasaban por la noche y veían la luz encendida en su habitación mientras trabajaba en su arte, pero Berkey fue en gran medida autodidacta, aunque asistió a la Escuela de Arte de Minneapolis después de graduarse de la Secundaria Excelsior en 1950. En 1955 empezó a pintar como profesión ilustrando calendarios.

Artes para calendarios dedicados a la identidad americana

De ahí creó más motivos pictóricos sobre su contemporaneidad donde la literatura de libros y novelas tenían gran demanda por ilustradores. Su arte lo dedicaba al contenido histórico que se le exigía en la ilustración.

Fue en 1965 cuando empezó a trabajar como independiente. Abarcó temáticas de ilustración para la política e historia norteamericana. Dominó todo tipo de ilustraciones en un estilo que todavía se mostraba cuidado, detallado y realista, Berkey aún no se decidía por sus volátiles trazos de brochas plana por las que se le identifica.

Sus ilustraciones nos hablaban más de sus inclinaciones patrióticas, donde resalta el rico comercio y la industria aérea. Hasta ahora su arte, que era excelentemente ilustrativo se mantenía tan tradicional como él. Cuenta su hijo, Brian Berkey que para pintar su papá se vestía de camisa y corbata como cualquier oficinista de la época.

Todo inició con la NASA


Por sus trabajos en ilustración histórica la NASA lo contrató en esos años de la carrera espacial para ilustrar muchas portadas de revistas para la divulgación de las innovaciones de la agencia, aplicando increíblemente su estilo, donde al mismo tiempo creaba portadas para novelas de ciencia ficción, donde desplegó su personal diseño, el cual le daría reconocimiento como artista, o sea…separándose más de su labor ilustrativa.

A pesar de ilustrar de novelas de ciencia ficción, curiosamente él no era lector aficionado del género.

Aún en los 80’s su visión artística era demandada por la agencia espacial, véase el arte de la explosión del Challenger, 1986.

Los afiches para películas

Algo que siempre ocurría paralelamente a su evolución como artista del sci-fi era su otra ala de trabajo, la creación de artes para películas. Como dijimos antes, el espacio no era aún tan importante para él como creemos, él sólo era un ilustrador quien luego trabajó para George Lucas con Ralph McQuarrie, diseñador que creó la apariencia Star Wars  ilustrando los primeros artes para promocionar la película. Berkey también tuvo la oportunidad de poder haber ilustrado los conceptos de «A Space Odyssey 2001» a solicitud del director Stanley Kubrick, el cual le pedía mudarse a Inglaterra, pero se negó, Berkey era un artista que curiosamente prefería quedarse en su natural Minnesota.

Ya en los 70’s se notaba que su estilo dinámico no tenía retorno en este detalle para Star Wars


Los estudios de cine venían entendiendo su estilo dinámico. A Berkley se le confiaron todos los posters para las películas de King Kong, Superman, con Christopher Reeves, y variadas películas de catastrofes, incluso el poster para la primera película de Star Trek en el cine. En los 70’s  el arte comercial estuvo muy ceñido al estilo realista, y observando como Berkey se iba independizando de la pura ilustración como oficio vemos que la ciencia ficción lo atrapó por completo y su estilo se hizo más libre con la fantasía.

Del ilustrador al artista


Conociendo al tradicional Berkey pasamos al estudio del Berkey del futuro. En el ilógico reniego de su alejamiento de la ciencia ficción sus artes hablan mejor del género de lo que aparenta, tanto que en la NASA le preguntaban que «Cómo hacía para ver mucho más allá que la agencia». Su arte no se limitaba al espacio, también abarcaba la aeronáutica, llevando al terreno acuático sus conceptos. Éranse los 80’s, década donde el diseño futurista inundaba toda la producción de concepto.



En el terreno imaginario del transporte humano, la flotabilidad y la ausencia de gravedad, esa facilidad con que el motor de una tecnología nueva borraba todo mecanización tecnológica de cualquier memoria, haciéndonos ahondar en las posibilidades de un futuro colonizado por inmensas maquinarias de sofisticada naturaleza motriz.



Pero el espacio es donde la impresión de su arte le diferenció enormemente de otros ilustradores de ficción, aquí su toque personal creó una jerarquía de estilo, sus pinturas eran reconocibles por un segundo factor, sus naves no guardaban relación comparativa frente a los cuerpos celestes, sino que la luz incidía sobre sí mismas sobre una línea de luz vertical, en sus rutas espaciales no había concordancia con la normal representación que tenemos dentro de nuestra atmósfera, debido a la gravedad, muy exacto para la ingravidez en el espacio.


Berkey se consideraba autodidacta, donde su copiosa producción contribuyó a su propia paleta de tonos y luz. En sus naves espaciales que atraviezan el espacio profundo hay mucho de ello. Aquí la luz de sus moles no parece provenir de algún alejado astro, tampoco de una fuente solar.  Sus sujetos son iluminados desde arriba y por una fuente de naturaleza halógena, lo que da la sensación de grandeza y pequeñez al unísono, haciendo una «atmósfera» pesada y acuosa.


Berkey era capaz con trazos llenos crear todo tipo de contraluces y reflejos en una intrínseca superficie de hipotéticos andamiajes estructurales, comparables a las percibidas en las fragatas médicas espaciales de Star Wars en The Empire Strikes Back o los cargueros espaciales y naves Callamari. Aunque no esté documentado, es seguro que hay una retroalimentación entre Ralph MQuarrie y Berkey. Entre sus contribuciones estéticas inspiró los diseños de la Estrella de la muerte en Return of the Jedi.

La fragata médica, las naves  de carga de los rebeldes o los cruceros Mon Calamari, son ejemplos con gran influencia en el arte de Berkey.


Muchas alas delta, fuselajes tipo jumbo y Concorde. Berkey tomo lo presente y estructuró su futurismo espacial. Hizo funcionales todas las tendencias que conocía sobre-reproduciendo fractalmente sus volumenes, lo que producía esa sensación de fácil y fructífera tecnología sideral.

 

Su amplísima carrera, más su gran huella en la ciencia ficción le hizo ingresar en 2004 al salón de la fama de la sociedad de ilustradores, considerándosele en esos días como el ilustrador futurista más influyente de sus tiempos. John Berkey murió el 29 de abril de 2008.

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